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La Facultad de Ingeniería celebró 45 años de historia con un emotivo acto
En una jornada cargada de emociones, reconocimientos y un intenso recorrido histórico, se realizó el acto conmemorativo por el 45º aniversario del Instituto Universitario de Olavarría y los 40 años de la Nacionalización de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro. Durante el evento fueron distinguidos los miembros del Movimiento Juvenil Pro – Universidad de 1969, que construyeron los cimientos de la primera Casa de Estudios Superiores de la ciudad, y los decanos y vicedecanos que formaron parte de su historia.
Estuvieron presentes el rector de la UNICEN Roberto Tassara, el vicerrector Omar Losardo y la secretaria académica de la Universidad Mabel Pacheco, junto al decano de la Facultad de Ingeniería Marcelo Spina, la vicedecana María Haydee Peralta, la secretaria académica Adriana Rocha, el secretario de Investigación y Posgrado Silvano Rossi, el secretario de Extensión, Vinculación y Transferencia Marcos Lavandera y el secretario de Infraestructura Néstor Eduardo Ferreyra.
También asistieron funcionarios municipales, el presidente del Honorable Concejo Deliberante de Olavarría, Eduardo Rodríguez, secretarios de la Universidad y autoridades de las distintas Unidades Académicas, de la Escuela Nacional Adolfo Pérez Esquivel y del jardín Maternal Upa Lalá, el presidente del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires Distrito III, el director de la Escuela Técnica Nº 2 y representantes de las Empresas Loma Negra y Coopelectric, entre otros.
El acto se realizó en el Auditorio de la FIO, que se colmó de recuerdos sobre los primeros cursos profesionales universitarios de Olavarría. Los mismos fueron promovidos por un Consejo Asesor, conformado junto al gobierno municipal comandado por el ingeniero Enrique Alfieri e integrado por el Movimiento Juvenil Pro – Universidad. Esta agrupación estaba compuesta por Héctor R. Dambolena, Marta Dómina, Antonio Faedda, Daniel Fittipaldi, Amílcar Jauregui, Antonio F. López, Carlos Abel López, Raquel Meléndez Tessone, Alberto Muia, Rubén Pinochi, Marta Peredo, Irma Rivero Leguizamón, Nora Soto, María Celina Tessone, Maria Cecilia Valmadre y Silvia Valmadre, los primeros impulsores de la universidad en Olavarría.
En 1968, el escenario de la ciudad de Olavarría era sumamente prometedor, con expectativa de progreso indefinido y con la visión de ser uno de los polos de desarrollo industrial y agropecuario del país. Es en aquella época que la ciudad comenzaba a forjar las bases para su futura vida universitaria por lo que este viernes, se conmemoraron los 45 años de la firma del convenio que dio origen al Instituto Superior de Olavarría “Alfredo Fortabat”, como respuesta a una necesidad de la ciudadanía local.
En las últimas cuatro décadas la Facultad de Ingeniería ha sido reconocida a nivel nacional e internacional por su destacada formación de profesionales y su relevancia en el campo de las investigaciones científicas, posicionando a Olavarría como un referente regional universitario. El largo camino fue recorrido en una presentación que realizó la ingeniera civil Norma Ércoli, tercera graduada de la especialidad en la Casa de Altos Estudios y que actualmente se desempeña como docente investigadora.
Los cimientos de 45 años de historia
Para reflejar el constante compromiso de la institución con el crecimiento de la ciudad y la formación profesional, habló el decano de la Facultad de Ingeniería, ingeniero Marcelo Spina. El ingeniero puntualizó en acontecimientos fundacionales, “como aquellos jóvenes en el año 68’ impulsados por el ingeniero Alfieri, en una Olavarría creciente, pujante. Seguramente esos jóvenes no imaginaron que eran pioneros de la construcción, de la invasión de un campo, que significa avanzar sobre las oportunidades que da la educación. Al ver hoy la Facultad, ese trabajo toma dimensión”, expresó Spina.
El funcionario también habló sobre la Casa de Altos Estudios durante la dictadura: “La incipiente Facultad nacionalizada tiene un momento político, el más catastrófico de nuestro país con el Golpe de Estado de 1976. Varios de nuestros estudiantes dieron testimonio de lo sucedido en el juicio por los crímenes ocurridos en Monte Peloni”, y agregó: “Pero lo que vino después fue fundacional. Lo anterior era una generación de cupos al sistema universitario, restricciones, y en el 1984 ingresaron a la Facultad de Ingeniería 97 estudiantes. El desafío era enorme. Y la vuelta a la democracia fue fundacional porque todo lo anterior lo justificaba. Ahí es donde estos largos años de democracia y la constitución de un modelo educativo que lleva en la elección su forma de gobierno, esta organización llevada adelante con compromiso, es el mejor homenaje a sus pioneros”.
El rector de la UNICEN Roberto Tassara también dirigió unas palabras al público presente. “Hace casi un año empezamos con festejos de números redondos, de 50 años, 45 años, y eso va jalonando la historia de nuestra Universidad. Armada toda de las bases del entusiasmo comunitario, el vigor, la convicción de los fundadores, los precursores, algunos que hoy nos acompañan”, dijo el contador. “Tenían la convicción que la educación universitaria era el mejor método de mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos”, agregó.
“Justamente hoy, que las ingenierías están llamadas a tener un papel protagónico para que nuestro país vuelva a pensar en que la industria es posible, que se pueden sustituir importaciones, ese gran momento ya lo están haciendo. De consolidar y hacer crecer más la Facultad. Se necesitan ingeniero y recursos humanos tecnológicos, agregar valor en nuestras producciones y es indispensable el trabajo de Ingeniería”, elogió.
Tras los discursos, las autoridades de la Facultad local y la UNICEN, distinguieron a los actores que hicieron posible la existencia institucional de la institución en el transcurso de los años a través del Movimiento Juvenil Pro-Universidad, que en el año 1968 con entusiasmo y dedicación sentaron las bases del Instituto Universitario de Olavarría. Así Spina y Tassara entregaron reconocimientos para quienes estuvieron presentes: Marta Dómina, Antonio Faedda, Daniel Fittipaldi, Amílcar Jauregui, Héctor Dambolena, Antonio López, Carlos López, Raquel Meléndez Tesone, Alberto Muia, Irma Rivero Leguizamón, Nora Soto, María Celina Tesone, Maria Cecilia Valmadre, Rubén Pinochi, Marta Peredo y Silvia Valmadre.
Raquel Meléndez Tesone, quien durante años se desempeñó como no docente, fue quien tomó el micrófono para hablar de aquellos años de trabajo en pos de un objetivo en común: el establecimiento de una Casa de Estudios Superiores en la ciudad. En ese momento, Meléndenez tenía 23 años. “Éramos tan jóvenes y tan inconscientes. El 29 de julio de 1966 sucedió `La noche de los bastones largos´ en las Universidades, la destrucción de la Universidad y la intervención, y nosotros a dos años de ese acontecimiento queríamos una universidad para Olavarría”, recordó, y reconstruyó el contexto político y social del nacimiento de la lucha que desembocó en el primer Instituto Universitario de Olavarría.
También fueron distinguidos Enrique Alfieri, quien en su carácter de intendente municipal de Olavarría en el año 1969, trabajó activamente junto al Movimiento Juvenil Pro Universidad a través de una activa participación en la creación del Instituto Universitario, y Raúl Pastor, que como mandatario en el año 1974, brindó apoyo institucional para el sostenimiento de los estudios universitarios en Olavarría. Además fue en ese mismo año, durante su gestión de intendente, que se sancionó la ley de creación de la Universidad Nacional de la provincia de Buenos Aires.
Finalmente se entregaron distinciones a los decanos y vicedecanos de la Facultad de Ingeniería que se desempeñaron durante los 30 años de recuperación de la democracia, por su labor y dedicación al desarrollo de la institución. Recibieron reconocimientos el doctor Adolfo Rocha Campos, el agrimensor Carlos Alberto Melitón, la magister ingeniera Susana María Nolasco, a la doctora profesora Gladys Nora Eyler, el ingeniero Edgardo Fabián Irassar, la doctora Adriana Leticia Rocha, el ingeniero Roberto Juan de la Vega y la ingeniera Isabel Concepción Riccobene. Seguidamente se realizó el reconocimiento al primer no docente de la Facultad, Jorge Rodríguez, quien ha acompañado a la institución durante sus 45 años de vida y aún lo hace, con invalorable dedicación.
Para concluir el acto, se entregó en nombre del presidente del Distrito III del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Barragán, una placa recordatorio del aniversario por los 45 de la Facultad de Ingeniería.
Cerraron la emotiva jornada, el quinteto de músicos olavarrienses formado por Eduardo Timpanaro, Florencia Timpanaro, Claudia Cortés, Carlos Orlando y José Larregle.
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Citan a declarar a los amigos de los jóvenes fallecidos en 2018 en Parque Sur
A dos años de la muerte de Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, la Fiscal Beytía tomará declaración a los dos amigos por el delito de omisión de auxilio.
El 4 de marzo venidero deberán presentarse ante la Fiscal Doctora Viviana Beytía, Alejo Eseberri y Loana Cabrera para sostener la temática compleja de lo acaecido aquel 2 de enero de 2018 en la intersección de Avenida Avellaneda y el puente, en pleno Parque Sur, donde se ahogaron dentro de un vehículo que cayó al Tapalqué Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, ambos de 20 años de edad.
Se percibe una vuelta de tuerca en esta causa, que de acuerdo a lo investigado hasta aquí, le permite conjeturar a la señora Fiscal que entiende en este luctuoso acontecer, que, al menos, hubo “omisión de auxilio”, por parte de los sobrevivientes de este episodio triste y doloroso. Según el artículo 108 del Código Penal, reiteramos, la letrada los ha imputado por considerarlos “coautores penalmente responsables del delito de omisión de auxilio”.
Recordemos brevemente que todo este calvario inició su curso en la tarde noche soleada de aquel segundo día de enero, cuando Alejo en una VW Suran, propiedad de su padre, fue a buscar a Alan a su casa, la 1.006 del barrio CECO y de allí se dirigieron a un pub céntrico.
En ese local se encuentran con dos chicas: Loana Cabrera y Victoria Katherine Rodríguez que se movilizaban en un Ford Fiesta. Luego de un rato, se van hacia Parque Sur y allí se produce un hecho significativo: el auto del papá de Alejo se despeña y cae a las aguas con Victoria Katherine y Alan dentro.
Esto habría ocurrido cerca de las 4:30 de la madrugada de ese dos de enero. Y tal cosa sería producto de una maniobra intempestiva llevada a cabo sin querer por el muchacho, dado que habían ingresado a este auto a tratar de solucionar un problema en el equipo de sonido. Para colmo, Alan no sabía manejar, aunque sí “era un excelente nadador”, asevera Diana, hermana del joven muerto.
“A Alan recién me lo entregaron muy tarde, muchas horas después”, refiere una vez más a este diario, Diana Falatovich. “Tenía golpes y moretones en diversas partes de su anatomía que no condecían con la caída”, sostiene firme como desde aquella primera oportunidad en que Diana habló para este medio.
“La autopsia no reveló cosas que yo ví”, continúa, y añade “nada nos cuadraba en esos instantes tan dramáticos”. En este contexto de incertidumbre, “nos permanece bien adentro la pregunta si en rigor de verdad no hubo alguien más en la escena, en ese sitio sin luz ni seguridad en ese momento”.
El punto más crucial se dio con el correr de las horas, dado que “a nosotros nos avisa la Policía. Ninguno de los dos acompañantes de Katherine o de Alan, dio aviso a nadie. Al contrario, fueron y se acostaron a dormir. Alejo estuvo en el velorio de mi hermano unos minutos y se lo advertía nervioso. Sostuvo que él trató con efusividad de abrir la trabada puerta de la Suran pero sin éxito. Él era penitenciario y sabía bien que hacer y los dejaron solos, librados a su destino a Katherine y a Alan. No hay ningún elemento que grafique con certeza que Alejo quiso auxiliarlos. Por otro lado, ¿no se les ocurrió ni siquiera llamar a Bomberos Voluntarios o la Policía?”, subraya Diana.
Para la familia Eseberri fue un penoso accidente y avalan los dichos de su hijo. Ahora entonces, habrá que aguardar los nuevos pasos que se avecinan.
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Un hombre está grave tras el incendio de su vivienda
El siniestro ocurrió en la madrugada del lunes en Necochea y Mendoza de nuestra ciudad.
Un importante incendio tuvo lugar en una vivienda durante la madrugada del lunes.
Por razones que son materia de investigación, una casa ubicada en Necochea y Mendoza se incendió y provocó heridas de gravedad a su morador, un hombre de 73 años de edad.
La víctima fue trasladada al Hospital Municipal donde se constataron la gravedad de las heridas y donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El parte médico emitido desde el Hospital indica que el paciente tiene el 40% del cuerpo con quemaduras y compromiso de vía aérea.
El incendio se produjo en la madrugada de hoy lunes y requirió el arduo trabajo de Bomberos Voluntarios, Comisaría Segunda y personal del SAME.
FOTO. Infoeme
