Connect with us

Opinión

Contando las ovejas

Published

on

Tal vez haya que inferir que el abogado José María Eseverri, no ha sido mal pastor puesto que la mayoría de sus ovejas han permanecido en el redil, pese a la traumática, para ellas, derrota de aquél mes de octubre de 2.015.
Más allá del alejamiento puntual y sonoro de dos ediles en su momento, los también abogados Germán Aramburu y Marisel Cides, y de algún que otro referente, la visión de un rebaño unido, permanece, colándose incluso tal imagen, en el imaginario colectivo olavarriense.
En otros casos quizá, la suerte del derrotado, (vaya la licencia del contrasentido) hubiese sido triste por partida doble, mis amigos: perder una elección y ver alejarse despacito a sus adeptos.
Sin embargo esto no acaece con el eseverrismo que, insisto, salvo excepciones pertinentes, decide cada día, sustentarse en la esperanza de un venidero regreso con gloria al Palacio San Martín.
Los que entienden desde la matriz al eseverrismo, sostienen que hay varias cositas para desgranar, no obstante aceptar el pleno liderazgo del ex Senador provincial y ex Alcalde.
El panorama es oscilante; hay muchas formas de divisar el pasado y el futuro de la formación política eseverriana. No es un criterio uniforme, depende la óptica del militante o dirigente consultado.
Una corriente de opinión, de cara al sinceramiento, sostiene que es menester una especie de “renovación” dirigencial. Traducir esta idea, nos lleva a intuir que ciertos apellidos, ya no debieran ser de la partida en una compulsa electiva. Un pasito al costado vendría entonces bien, siguiendo tal línea filosófica, y mirando a personajes que, a su pesar desde luego, fueron contraproducentes en los últimos tiempos de apogeo de la gestión anterior.
Las arterias por donde transita el rictus eseverriano, tiende en la actualidad pues, a distribuirse en varios canales o posiciones intestinas de mayor o menor visibilidad externa.
Entre asociaciones civiles y reuniones interesantes, la cancha se va marcando en profundidad. Y, como por casualidad, se deslizan suaves algunos nombres de posibles inscriptos en una lista de oferentes para las PASO primero, y después, hacia octubre.
El tema en sí no se compacta del todo porque todavía no está seguro el péndulo. Aunque se advierten movimientos circulares hacia don “Bali” Bucca, un médico Intendente de la hermosa ciudad de Bolívar con sendas aspiraciones. A su vez José María cuenta con predicamentos en el “Grupo Esmeralda”, y posee contactos con el “candidateable” Florencio Randazzo y con vaya a saber uno cuantas más figuras posibles, antes de rubricar listas.
Y en el medio un silencio mordaz. ¿Quién puede hoy atribuirse el mote de vocero oficial de Eseverri y no pecar en su intento de soberbio?
Hay por ende, quienes saben porque abrevan en la fuente y quienes intuyen o creen ver. Músicos con partituras y músicos tocando de oído. En el medio, una historia y un porvenir.
Conjugando propuestas, artilugios y anhelos, los eseverristas irán buscando la suprema bendición del señor jefe, el cual a lo mejor, recién a último momento, se expida, ya cuando el aliento esté medio agitado.
Su autoridad hacia las filas, está intacta. Aunque por supuesto, algunos también se atreven a disentir con aquellos que se notan exultantes y confían en un triunfo a ciegas con él al frente o, incluso en los casos más extremos, aún sin él como cabeza de boleta.
José sigue siendo Eseverri y eso es importante, por lo que ha sido y por lo que sugiere en el presente. Pero los más introspectivos reconocen yerros que no se aceptaron como tales en su día y que fueron socavando la estructura supuestamente amurallada.
El mito se vino al suelo y entonces hay que reconstruir desde otro ángulo. ¿Pero quién ve a ciencia cierta, los pasos que dará el actual funcionario del Banco Provincia?
La obediencia debida de su tropa fue contundente. Cuando se fue con Sergio Massa y cuando, de la noche a la mañana, retomó la senda del cristinismo. El interrogante que pongo en escena, para cerrar esta columna, es el siguiente, mis lectores: ¿Estarán dispuestos todos sus admiradores hoy también a decir “Sí, señor”, sin objeciones?
Por Mario Delgado.-

Advertisement

Opinión

Lo bueno de tener prioridades

Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.

Published

on

Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar. 

Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego. 

A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa. 

Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera. 

Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas. 

Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido. 

El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría. 

Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad. 

Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?

Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora. 

Por Mario Delgado.-  

Continue Reading

Opinión

Te acostumbrás 

Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera. 

Published

on

“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo. 

La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos. 

Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto. 

Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros. 

No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.

En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino. 

Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes. 

Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales. 

Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre. 

Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás. 

Por Mario Delgado.-   

  

Continue Reading
 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho